En el corazón de Berisso, donde el aroma del río se mezcla con el eco de las historias de inmigrantes, vivía un hombre cuya presencia era un faro de esperanza. El Dr. Juan Minoian, un médico de alma noble, era mucho más que un sanador de cuerpos; era un bálsamo para las almas afligidas.

Su mirada transmitía una sabiduría ancestral, heredada de sus raíces armenias, de aquella tierra lejana donde sus antepasados habían sufrido la tragedia del genocidio. La historia de su pueblo corría por sus venas, un torrente de pasión que lo impulsaba a luchar por la justicia y la memoria.

En el Hospital Larrain, su segundo hogar, el Dr. Minoian no solo ejercía su profesión con dedicación, sino que también se convertía en un defensor incansable de los derechos de los pacientes. Su voz se alzaba contra la burocracia y la indiferencia, exigiendo los recursos necesarios para brindar una atención digna.

Su liderazgo trascendía los muros del hospital. Como presidente de la Asociación de Entidades Extranjeras, fue el artífice de la designación de Berisso como Capital Provincial del Inmigrante, un reconocimiento a la diversidad cultural que enriquecía la ciudad.

Pero su mayor legado fue su compromiso con la causa armenia. Con pluma incansable, escribió artículos y notas que resonaron en los medios locales, recordando al mundo el horror del genocidio y la resiliencia de su pueblo.

Su partida dejó un vacío en la comunidad, pero su espíritu perdura en cada rincón de Berisso. El Dr. Juan Minoian, un hombre bueno, un líder ejemplar, un defensor de la justicia, vive en la memoria de quienes lo conocieron y en el legado de amor y servicio que nos dejó.

Este relato busca capturar la esencia del Dr. Minoian, resaltando su humanidad, su compromiso y su legado perdurable.


Este sitio agradece al Dr. Minoian su noble espíritu y dedicación por su querida ciudad de Berisso, transmitiendo con énfasis su obra en la salud y en la vida cultural de la ciudad, que por su valor documental y humano, merece ser tomada como ejemplo de dedicación a la invalorable tarea de defender y revalorizar nuestra salud y nuestra cultura.

Fuente:

Diario Armenia